Llevaban una vida nómade: elegían lugares de fácil acceso al agua y con caza abundante para instalarse temporalmente, desplazándose a otra zona cuando los recursos comenzaban a escasear. Buscaban lugares resguardados para instalarse como cuevas y cavernas.
Su sociedad se organizaba en clanes (grupos familiares de 15 o 20 personas).
No se sabe con certeza si reconocían a una autoridad dentro del grupo, quizás existían en momentos importantes como en momentos de caza o de defensa, es decir que era una autoridad circunstancial, terminada la tarea esa autoridad desaparecía. Esas son conclusiones que se sacan con los hallazgos arqueológicos de los denominados "bastones de mando".
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