jueves, 9 de noviembre de 2023

HUELGA GENERAL DE 1973

En la misma noche del 27 de junio de 1973, la CNT (Convención Nacional de Trabajadores), organización que unía a todos los sindicatos, declaró la Huelga General con ocupaciones de lugares de trabajo. La organización fue declarada ilegal por el gobierno dictatorial y sus dirigentes fueron enviados a prisión. Pero la Huelga continuó hasta el 11 de julio.

Según los historiadores José Chagas y Mario Tornarelli: "Las grandes fábricas y talleres empezaron a ser ocupadas por los trabajadores. Pocos vehículos circulaban por las calles. Solo la presencia amenazante de las fuerzas policiales y militares. No se dictaban clases en escuelas, liceos, ni en la Universidad. La gran mayoría de los comercios, bares y restaurantes del centro y zonas aledañas bajaron sus cortinas. En muchos barrios de la capital comenzaron las ollas populares como reflejo de la solidaridad de los vecinos con los trabajadores ocupantes. Ropa, comida, frazadas e información eran suministradas por familiares, amigos y el vecindario. No había recolección de residuos. Ni espectáculos públicos (cine, teatro, etc.). En las ciudades más industrializadas del interior del país la paralización era casi total." (Libro El sindicalismo uruguayo bajo la dictadura)

En el marco de la ocupación del Frigorífico Nacional, la cerrense Martha del Río recordó cuando su tío Rómulo informó a la familia sobre la medida de ocupación impulsada por la CNT, “…ya mi madre aprontó su cabeza para que en esos días había que llevar comida y mi hermana también porque mi cuñado también ocupó…”, incluso recordó el auxilio que brindaron al tío Rómulo cuando resultó herido en uno de los tantos enfrentamientos que se sucedieron en el puente del arroyo Pantanoso. “…casi siempre mi mamá y mi hermana eran las encargadas de llevarles comidas y cosas allá”, además, el cierre de los comercios del barrio impedía obtener los alimentos necesarios y por lo tanto, “…mamá hizo de todo en esa época, en esos días, que fueron 15 días…” para conseguir lo necesario para satisfacer las necesidades familiares. 


   
Las fábricas comenzaron a ser desocupadas por el ejército e inmediatamente fueron reocupadas por trabajadores y trabajadoras. Hubo varios incidentes: en la fábrica Bao los obreros son obligados a realizar un plantón de inusitado rigor.

El día 9 de julio se llevó a cabo una gran concentración en la Avenida 18 de julio a las 5 de la tarde. La convocatoria fue de boca en boca por que estaba prohibido cualquier tipo de difusión. Además, un periodista desde su programa de radio recitó una y otra vez el poema de Federico García Lorca: "A las cinco de la tarde, a las cinco en punto de la tarde..."




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